top of page
Search

Vamos a alquilar nuestro apartamento alquilado.

En el capítulo de hoy de "Cómo convertir la vida en una serie de eventos inesperados", les traigo la historia de cómo Santi y yo, en un arranque de ingenio y desesperación por seguir el ritmo frenético de nuestras aventuras (y las de nuestros incansables amigos), decidimos convertir nuestro hogar en Torre Pravia en el tesoro escondido de algún viajero de Airbnb.


Sí, amigos, esa brillante idea de "vamos a alquilar nuestro apartamento alquilado" que solo a Santi se le podría ocurrir.


ree

Todo iba de maravilla en nuestro pequeño mundo de fiestas continuas y viajes espontáneos, hasta que un día, la modernidad nos golpeó con una notificación: nuestro apartamento había sido alquilado por una semana. "¡Carajo!", pensamos, mientras corríamos en círculos como pollos sin cabeza. La operación "Evacuación Torre Pravia" comenzó: tres maletas, todo nuestro armario, los cuadros, la decoración, todo lo que olía a "nosotros" tenía que desaparecer. Y así, entre viajes de ida y vuelta entre el poblado y Belén, completamos nuestra primera gran misión Airbnb.


Pero como todo aprendizaje viene con su dosis de caos, la vida nos tenía preparada otra sorpresa: una carta de la administración, cortesía de Acrecer de Todo Mundo, anunciándonos que teníamos una semana para desalojar. ¡Una semana! Entre el caos y la prisa, encontramos un nuevo lugar, más acogedor y con menos drama administrativo, que se convirtió en nuestro nuevo cuartel general.


ree

A pesar de los momentos de "Ave María, sálvanos", esta locura de alquilar nuestro espacio se convirtió en la llave maestra para más aventuras, rumbas y viajes inolvidables. Así que, ¿valió la pena? Absolutamente. Cada maleta apresurada, cada cuadro descolgado, y cada viaje de mudanza nos enseñó que, a veces, las ideas más alocadas son las que traen las recompensas más grandes.

 
 
 

Comments


bottom of page